Temperatura constante

Si en este país de cachondeo y #turismobisbal como trend topic durante el mismísimo Día de la Ira se dieran cita una serie de variables, la revolución estaría cerca. Que tiemblen los tiranos que nos gobiernan. No, los políticos no, sino los invisibles que observan en un laboratorio aséptico este caldo de cultivo a temperatura constante en que nos hemos convertido y que ha permitido innumerables experimentos exitosos.

Pero en el tubo de ensayo tanto tiempo utilizado han aparecido las primeras grietas por las que pueden entrar virus y bacterias, que nos harán más fuertes y resistentes frente a la enfermedad, pero que no gustan a quienes experimentan con nosotros. Hasta ahora, el sistema inmunológico ha respondido con eficacia a base de pequeñas incursiones para atajar el peligro, pero si la invasión es masiva, no podrá hacer frente y el organismo se contagiará de la infección. El primer síntoma será la fiebre, la subida de la temperatura. El planeta ya ha empezado, pero nosotros seguimos tibios en nuestra burbuja a temperatura constante.

Variables susceptibles de provocar infección. No es recomendable agitar la mezcla:

• Las cajas tienen liquidez para afrontar tres años de sequía en el mercado: Básicamente se refieren a la de sus clientes, claro.

• El paro subió en 130.930 personas en enero y llegó a los 4.231.003. Sin comentarios…

• BBVA ganó 4.606 millones de euros en 2010, un 9,4% más. Nos alegramos todos de que les vaya tan bien.

• El FMI alerta sobre los riesgos del creciente “desequilibrio global”. Entiéndase equilibrio como mantenimiento del status quo que beneficia, y mucho, a unos pocos en detrimento del resto de muchos.

• Enagás espera un aumento del 5% en los beneficios del ejercicio 2011. Más beneficios empresariales a costa de subida de tarifas al consumidor.

• Las ventas de coches caen un 23,5 % en enero y están en niveles de 1993. Léase más paro y menos competitividad.

• El Gobierno rechaza suavizar las condiciones de las hipotecas. Para calmar a los mercados, más agresivos en un día laborable de 9 a 17 h. que cualquier Día de la Ira.